Logo
DE USOS Y ABUSOS ESPIRITUALES
14 Sep 2019

DE USOS Y ABUSOS ESPIRITUALES

Post by Federico Elenes

Ocurre que, por causas ajenas a mi voluntad, me eduqué en un colegio marista. Tengo, por lo tanto, algunos ex compañeros bastante devotos. Sobra decir, están dolidos por aquellas revelaciones de pederastia por parte de sacerdotes en los Estados Unidos. En un esfuerzo por defender una institución en la que creen y fueron educados, han tratado de balancear las cosas presentando un lado positivo. Se compartió el heroísmo de un sacerdote en Angola que cruzaba campos minados para atender sus fieles y ayudar lo mejor que podía a las víctimas de la guerra civil que asoló dicho país. Excelente. Hay gente humana, gente abnegada, gente heroica en todas las culturas y todos los medios. Se anuncia que seguirán siendo católicos, a pesar de. Que las acciones de unas cuantas manzanas podridas no van a cambiar su fe. Pues sí. Muy lamentable si fuera al contrario. Es muy entendible que defiendas lo tuyo. Eso hacemos los humanos.

Pero…

Estas apologías no dan en el clavo. Que no todos los sacerdotes “son así”, que la Iglesia Católica haga acciones meritorias, que hay párrocos que se desviven por su parroquia, se sabe y se reconoce. Y pienso: tú que lo compartes y sostienes, ¿se lo dirías a las víctimas de los abusos? ¿Qué a pesar de todo hay sacerdotes buenos? No dudo, incluso, que estos abusadores hayan realizado acciones loables. Como maestros, a lo mejor fueron muy buenos. Quizás instruían, educaban, hasta inspiraban. ¿Quita eso la tacha?

Por otro lado, estas prácticas no se limitan a los católicos. El Dalai Lama recibió hace poco una petición, la cual aceptó, de reunirse con víctimas de acciones inapropiadas de ciertos maestros budistas. Como se trata en su mayor parte de mujeres mayores de edad, no es pederastia. Incluso, a menos que haya ocurrido franca violación, lo cual no parece ser el caso, no constituye un delito del orden común. Pero sigue siendo un abuso.

Tanto sacerdotes católicos como monjes budistas tienen voto de castidad. Se sugiere que el problema radica aquí. Solo que, sospecho fuertemente, quitarles la exigencia de castidad no necesariamente cambiaría las cosas. Ahí tienen a Harvey Weinstein. Jamás hizo un voto de ese tipo, estaba felizmente casado, hasta donde sabemos, y ya ven.

El problema viene de las circunstancias en que estos malditos se encuentran. ¿Malditos? Sí, desde luego. El calificativo está más que merecido.

¿Cuáles son esas circunstancias? Identifico dos. Primero, se les da un aura especial. Son maestros, sí, pero también son guías en un orden único, un orden espiritual. Eso les da una autoridad. No es fácil cuestionarlos. No es fácil retarlos. Encima, las personas que están bajo su guía son vulnerables. Lo son por una variedad de causas. En el caso de pederastia, por ser menores de edad. Y los más devotos eran los que tenían más posibilidad de ser víctimas. En el caso de las mujeres mayores de edad y sus maestros budistas, también había una vulnerabilidad. Seguramente tenían considerables inquietudes en sus vidas, desilusiones fuertes, quizás hasta tragedias, que las llevaron a buscar una paz, solo para ser traicionadas. La persona en quien confiaban, que se ostentó como su guía, las usó para sus fines egoístas.

La segunda circunstancia deriva lo anterior. Es el poder. Poder sobre otro ser humano, y para colmo, uno vulnerable. Es triste tener que señalarlo, pero tampoco es gran novedad, que los humanos cuando tienen poder, abusan de él. Típicamente, ese humano en cuestión suele ser varón.

¿Qué se puede hacer? Como todos los poderes, se tiene que vigilar y acotar. Debe haber una instancia que pueda recibir denuncias. El o la denunciante ha de tener la seguridad que será escuchado y que no habrá represalias. Las personas a cargo de instituciones espirituales, cualquiera que ésta sea, deberán resistir a la tentación natural de proteger los suyos. La verdad tiende a salir y a la larga el encubrimiento es peor para la institución. Pero también tienen que cambiar su mentalidad. Si los abusos ocurren y se encubren, es porque en el fondo, y a veces ni tan en el fondo, se consideran superiores a quienes se supone están guiando. En otras palabras, requieren de una buena dosis de humildad. Quienes cometieron delitos tienen que enfrentar las consecuencias. Si cometieron delito, que se les proceso de acuerdo a la ley. Su categoría de sacerdote o guía espiritual no los privilegia. Los que encubrieron, sean quienes sean, también tienen culpabilidad.

En modo alguno quiero sugerir que te alejes de una práctica espiritual, si sientes que eso necesitas. Pero recuerda que tu maestro, por mucho que lo admires y respetes, sigue siendo un ser humano. Y si algo te incomoda, sal de ahí.

0 Comments

Leave a Comment