A Javier Duarte lo acaban de sentenciar a 9 años de prisión, que según los enterados, con pasar tres ya fue suficiente. Y sus abogados buscan reducirle la pena. Está bien, ésa es su chamba. Una multa de $58,000, que para uno sería considerable, pero para este caballero es lo que carga en el bolsillo izquierdo del pantalón. Sonará medio extraño, pero no quiero ver a Javier Duarte en la cárcel. Ni aunque le toquen los nueve años completos. Tengo la fuerte sospecha que para un individuo de su calaña, la prisión no será demasiado severa: celda de lujo, celular, smart TV con servicio de streaming, algún preso de menor categoría que le haga los mandados, visitas de todo tipo, y de veras quiero decir de todo. De hecho, en el primer borrador de este texto fui optimista. Supuse que saldría libre a los cinco años de esas duras penalidades. ¿Quién se fija, realmente, cuando salen los sentenciados?

No. Eso es decir, síganle como hasta ahora, no pasa nada. Algo le quitarán, pero mucho le dejarán. Suficiente para irla pasando. Esto no tendrá el efecto disuasivo que debe tener un castigo. Y lo disuasivo será para otros, porque, sospecho, Duarte no tiene remedio.

Pero si a Duarte lo que le interesaba era la lana, ¡quítenle la lana! Toda. Hasta el último centavo. Déjenlo en la calle. Inhabilítenlo para la función pública, y el ejercicio de una profesión. Que esté de dependiente en una tienda de conveniencia, si es que alguien lo quiere contratar. Que viva en un tejabán. Que pase hambre y frío. Que viva en fin, como lo hace aproximadamente el cincuenta por ciento de los mexicanos que viven en la pobreza. Eso es realmente lo que se merece. Lo mismo para Karime “me lo merezco”de Duarte.

Lo que nos hemos topado aquí, para variar y no perder la costumbre, es el típico hacer como que se hace. Golpecito en la muñeca, dicen los vecinos del norte. Sí la van a quitar una parte de sus propiedades. Simpáticos. Si te quitan la mitad de tus millones, sigues siendo millonario. ¿Por qué les gustará tanto burlarse de nosotros? La PGR, o es inepta o actúa a modo demasiado acomodaticio. No sé cuál sea peor. O es las dos cosas.

Hay quienes dicen que es un avance que cuando menos se le haya procesado. Discrepo. Más bien es el típico cambio para que todo siga igual.